Posiblemente ya sepa que los museos o casas de subastas no certifican una obra de arte.

En un mercado que mueve más de 60.000 millones de dólares anuales, todavía hoy, catalogar una obra de arte puede ser toda una odisea, aunque depende del artista que se trate.

La catalogación de una obra inédita se basa en el resultado de un equipo multidisciplinar que abarca desde los estudios técnicos de materiales e información existente en la propia obra, hasta el estudio de un experto en la técnica, composición y paleta del artista, pasando por otros análisis o pruebas de descarte.

La Ciencia (la verdad) en un mercado tan atractivo económicamente hablando, no siempre es bienvenida, pero es igualmente cierto que cualquier mercado siembre busca seguridad y confianza y, a eso, algunos dedicamos nuestro esfuerzo.

No se trata, como muchos piensan, de estudios o técnicas muy costosas, fundamentalmente porque como ya se ha informado, existen pruebas técnicas que descartan desde un primer momento la autoría de esa obra por parte del artista al que se le atribuye.